Hola a todos, no pude evitar compartir esta noticia con ustedes.
Luego de ser rescatada de las temibles garras del Lobo Feroz, el comisario del Pueblo Fantástico consideró otorgarle a Caperucita unas vacaciones en Ámsterdam para acelerar su recuperación psicológica. Pero luego de permanecer 15 días en el citado lugar, y haber degustado la libertad plena, decidió buscar trabajo en un bar de dudosa reputación y quedarse a vivir allí. De acuerdo con sus declaraciones, se dio cuenta de que odiaba los paseos por el bosque, tan solitarios y oscuros, y más aún su antiguo oficio de encomiendas a casa de la abuelita. Ahora vive una vida desatada, y lo único que añora son los ataques de su Lobo Feroz, al que le escribe apasionados correos electrónicos noche tras noche.
Pásenla bien,
Martina
Pásenla bien,
Martina