Hola a todos,
Ante todos mis disculpas por tomar este espacio, sólo por el día de hoy, Jupiter. Ayer me practicaron una amiosistesis, por lo que aún me encuentro de reposo.
En el año 2003, se me ocurrió proponer la idea de enmarcar dentro del área delimitada por las Cuencas Hidrográficas, los planes de conservación de especies en peligro de extinción. Esto tenía un doble propósito, en primer lugar, la identificación y jerarquización en función del nivel de riesgo, de todas las especies amenazadas localizadas dentro de un mismo ámbito geográfico; y en segundo lugar, la evaluación de las condiciones generales de la cuenca para identificar los factores que pudiesen estar incidiendo en el proceso de extinción de dichas especies. De esta manera se diseñarían los planes de conservación en base a modelos de optimización que garanticen un uso eficiente de los recursos financieros a la vez que se efectúa un rescate efectivo de las especies identificadas. Esto es importante en vista de que los recursos son limitados y no se pueden atender todas las especies a la vez, además considerar que cuando estos planes dependen de asignaciones presupuestarias nacionales, sobre todo en países en desarrollo, compiten con programas de salud, educación, seguridad, etc.
Para establecer un plan tan ambicioso como este a nivel de Cuenca, necesitamos levantar información local, a nivel genético, de especie y de ecosistema. Los procesos de extinción de especies se evidencian a nivel local, aunque la desaparición a nivel local de una especie no necesariamente implica la extinción definitiva de la misma en vista de que los patrones de distribución varían ampliamente en cada una de ellas, algunas veces trascendiendo el territorio nacional.
Para finalizar diré que no es suficiente que se lleven a cabo exitosos planes de reproducción “in situ” o “ex situ”, si estos no están acompañados de las correcciones pertinentes en el sistema, de manera tal que se garantice el éxito de los resultados obtenidos en el largo plazo, porque la reproducción y reinserción de especies en ambientes adversos a ellas le resta efectividad a los planes, lo que representa desde el punto de vista económico un “despilfarro”. Espero que los encargados de diseñar las políticas faunísticas en nuestro megadiverso país lo tengan en cuenta.
Besos para todos
Martina.
Ante todos mis disculpas por tomar este espacio, sólo por el día de hoy, Jupiter. Ayer me practicaron una amiosistesis, por lo que aún me encuentro de reposo.
En el año 2003, se me ocurrió proponer la idea de enmarcar dentro del área delimitada por las Cuencas Hidrográficas, los planes de conservación de especies en peligro de extinción. Esto tenía un doble propósito, en primer lugar, la identificación y jerarquización en función del nivel de riesgo, de todas las especies amenazadas localizadas dentro de un mismo ámbito geográfico; y en segundo lugar, la evaluación de las condiciones generales de la cuenca para identificar los factores que pudiesen estar incidiendo en el proceso de extinción de dichas especies. De esta manera se diseñarían los planes de conservación en base a modelos de optimización que garanticen un uso eficiente de los recursos financieros a la vez que se efectúa un rescate efectivo de las especies identificadas. Esto es importante en vista de que los recursos son limitados y no se pueden atender todas las especies a la vez, además considerar que cuando estos planes dependen de asignaciones presupuestarias nacionales, sobre todo en países en desarrollo, compiten con programas de salud, educación, seguridad, etc.
Cuando se evalúa una Cuenca Hidrográfica se tienen en cuenta todas las actividades humanas que se desarrollan a lo largo de ella (ya sean estas económicas, sociales o culturales), desde su nacimiento hasta su desembocadura. En vista de que los efluentes de las actividades antropogénicas son vertidas en su mayoría en el agua y en el aire, estos pasan a ser factores fundamentales en el análisis. El agua es un recurso indispensable para la vida de las criaturas que habitan la Tierra. Si la escasez de este recurso es inminente en vista de la baja cantidad o calidad disponible, se convierte en un factor limitante para el crecimiento y desarrollo de las poblaciones tanto humanas como de plantas y animales.
Para establecer un plan tan ambicioso como este a nivel de Cuenca, necesitamos levantar información local, a nivel genético, de especie y de ecosistema. Los procesos de extinción de especies se evidencian a nivel local, aunque la desaparición a nivel local de una especie no necesariamente implica la extinción definitiva de la misma en vista de que los patrones de distribución varían ampliamente en cada una de ellas, algunas veces trascendiendo el territorio nacional.
Para finalizar diré que no es suficiente que se lleven a cabo exitosos planes de reproducción “in situ” o “ex situ”, si estos no están acompañados de las correcciones pertinentes en el sistema, de manera tal que se garantice el éxito de los resultados obtenidos en el largo plazo, porque la reproducción y reinserción de especies en ambientes adversos a ellas le resta efectividad a los planes, lo que representa desde el punto de vista económico un “despilfarro”. Espero que los encargados de diseñar las políticas faunísticas en nuestro megadiverso país lo tengan en cuenta.
Besos para todos
Martina.