Hace ya unos añitos por estos días, mi amiga Dolo (un saludito si estás leyendo esto), estaba dando clases en la escuela a un grupo de jóvenes saharauis.
Iba dedicando dos horas a la semana a trabajar algo a fondo un tema cada mes: el mundo rural, el medio ambiente, la mujer trabajadora, la escuela para todos… y por estas épocas me imagino que todos los años, la Navidad.
En una de esas ocasiones me relataba cómo los chavales no dejaban de hacerse cruces (bueno lo de hacerse cruces es la expresión más feliz, la verdad, ya que todos eran musulmanes) del relato de la Navidad.
“¿LA MADRE DE DIOS? ¿PERO CÓMO SE PUEDE HABLAR DE LA MADRE DE DIOS? ¿PERO CÓMO PUEDE VUESTRA RELIGIÓN AFIRMAR TAL COSA? ¿SI ESO ES EL MAYOR DE LOS SACRILEGIOS?... ¡¡LA MADRE DE DIOS!!”
No he olvidado nunca esa admiración y cierta sorna.
Pongamos ahora que hacemos un concurso entre los guionistas de cine más imaginativos y estrafalarios a crear una historia sobre una religión inventada.
No me puedo imaginar la historia que ganaría. Si estoy seguro que el ganador sería Alex de la Iglesia, eso sí.
Hay religiones que cuentan que en la naturaleza hay un alma que todo lo guía.
Hay religiones que cuentan que hay un mundo paralelo a este habitado por dioses y que de vez en cuando meten la punta del dedo en el nuestro.
Hay religiones, por supuesto y muy cercanas, que cuentan que Dios está guiando nuestra historia y nuestra vida y nos lo hace saber a través de mediadores, de profetas.
Pero solo a los cristianos se le ha ocurrido pensar que Dios está tan maravillosamente de nuestra parte, tan al ladito nuestro, tan en nuestros gozos y sombras, que se nos ha enfangado en nuestros quehaceres, que se nos ha encarnado, que se ha hecho uno de los nuestros, encima uno de los más humildes de los nuestros. (Y lo más de lo más, pero no son días para ello, la cosa le va tan mal que a los 33 años se lo cargan).
Por algo es la HISTORIA MÁS GRANDE JAMAS CONTADA.
Por más veces que nos lo cuenten, por más dentro de nuestra memoria que lo tengamos, no deja de ser el CREDO MAS INCREIBLE.
Y al mismo tiempo el CREDO MÁS HERMOSO.
Que lo disfrutéis: FELIZ NAVIDAD a todos.
Feliz sábado, sabadete... se me comporten (y no cenen con moderación que un día es un día)
Saturnino
PD: estos últimos años he felicitado las navidades con una foto de nuestra Plaza Mayor de Salamanca, pero lo de este año me parece tan feo que me da un poquito de verguenza... pero ahí tenéis la imagen.
Iba dedicando dos horas a la semana a trabajar algo a fondo un tema cada mes: el mundo rural, el medio ambiente, la mujer trabajadora, la escuela para todos… y por estas épocas me imagino que todos los años, la Navidad.
En una de esas ocasiones me relataba cómo los chavales no dejaban de hacerse cruces (bueno lo de hacerse cruces es la expresión más feliz, la verdad, ya que todos eran musulmanes) del relato de la Navidad.
“¿LA MADRE DE DIOS? ¿PERO CÓMO SE PUEDE HABLAR DE LA MADRE DE DIOS? ¿PERO CÓMO PUEDE VUESTRA RELIGIÓN AFIRMAR TAL COSA? ¿SI ESO ES EL MAYOR DE LOS SACRILEGIOS?... ¡¡LA MADRE DE DIOS!!”
No he olvidado nunca esa admiración y cierta sorna.
Pongamos ahora que hacemos un concurso entre los guionistas de cine más imaginativos y estrafalarios a crear una historia sobre una religión inventada.
No me puedo imaginar la historia que ganaría. Si estoy seguro que el ganador sería Alex de la Iglesia, eso sí.
Hay religiones que cuentan que en la naturaleza hay un alma que todo lo guía.
Hay religiones que cuentan que hay un mundo paralelo a este habitado por dioses y que de vez en cuando meten la punta del dedo en el nuestro.
Hay religiones, por supuesto y muy cercanas, que cuentan que Dios está guiando nuestra historia y nuestra vida y nos lo hace saber a través de mediadores, de profetas.
Pero solo a los cristianos se le ha ocurrido pensar que Dios está tan maravillosamente de nuestra parte, tan al ladito nuestro, tan en nuestros gozos y sombras, que se nos ha enfangado en nuestros quehaceres, que se nos ha encarnado, que se ha hecho uno de los nuestros, encima uno de los más humildes de los nuestros. (Y lo más de lo más, pero no son días para ello, la cosa le va tan mal que a los 33 años se lo cargan).
Por algo es la HISTORIA MÁS GRANDE JAMAS CONTADA.
Por más veces que nos lo cuenten, por más dentro de nuestra memoria que lo tengamos, no deja de ser el CREDO MAS INCREIBLE.
Y al mismo tiempo el CREDO MÁS HERMOSO.
Que lo disfrutéis: FELIZ NAVIDAD a todos.
Feliz sábado, sabadete... se me comporten (y no cenen con moderación que un día es un día)
Saturnino
PD: estos últimos años he felicitado las navidades con una foto de nuestra Plaza Mayor de Salamanca, pero lo de este año me parece tan feo que me da un poquito de verguenza... pero ahí tenéis la imagen.
