... Y EL TONTOLABA SE FUE




    A modo del "pobre de mí" el tontolaba indica el final de las fiestas navideñas y la vuelta a la normalidad. Normalidad de horarios, normalidad de estómagos, normalidad de trabajos, normalidad de familia...
    Yo soy de esos que les gustan mucho estas fiestas. Yo soy también de esos a los que le gusta la normalidad. Vamos que yo soy de esos de los que les gustan las cosas en su tiempo y tal como vengan, y "to" feliz.

    En mi caso nos juntamos en Ávila todos los hermanos y sobrinos, la abuela y en los ultimos tiempos algunos novios-sobrinos que se van sumando. Ciento y la madre.

    Y me encantan estos días. Reconozco que pelín sobrepasados de cosas y luces y adornos y felicitaciones, pero me encantan.
    Y la verdad, comprendo pelín mal los antinavidades que cada vez me los voy encontrando más en mi camino. ¡Cenizos! jeje

    En nuestro caso, como en casi todos, me imagino, en la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la cena de Nochevieja, y la comida de Año Nuevo, no estamos todos los que somos, que si unos lo pasan con la otra familia una vez y otros en otro.
    Sin embargo cuando no fallamos ni uno es el día de Reyes. Con el cruce de regalos de unos a otros... eso parece un gran supermercado de juegos y regalos: qué desmadre, qué locura de regalos y qué gustazo.

    El día anterior comienza con la preparación. De pequeño limpiabamos como nunca los zapatos: betúin y cepillo hasta poder verse reflejados en ellos.
    A falta de zapatos a los que aplicarles el betún (ahora todos son calzado de materiales raros y de limpieza sospechosa) en los últimos años preparamos los cartelitos con los nombres, a cada cual más chulo y preparado.








    Por la mañana, puerta cerrada del cuarto de los regalos hasta que estemos todos los familiares preparados para abrir la puerta (y creedme que se hace largo conseguir que estemos todos aguantando la tentación de abrir la puerta)... a la de una, dos y avalanchaaaaaaaaaaaaa!!!!!! y a abrir paquetes!!!!!! a revisar los regalos de los demás, recoger todo, preparar mesa y desayuno y a desayunar los roscones de Reyes.



     


    En nuestro caso siempre son de la pastelería Gil. Hemos provado muchos, pero no hay color, nosotros los de Gil, con y sin nata.
    Los de Gil meten regalitos, pero no meten haba. Dicen que meten un viaje a París entre todos los roscones del año, pero no puedo dar fe que sea cierto, nunca nos ha tocado.

    No sé donde se mantendrá la tradición del haba en el roscón. Los roscones de reyes llevan/llevaban un premio y una haba. Al que le toca el premio se le corona como rey y al que le toca el haba, se lleva el dudoso premio de tontolaba (tonto del haba) y paga el roscón.

    Pues eso, con tontolaba o sin tontolaba, terminado el desayuno y la comida de reyes, cada oveja a su redil, a recoger los adornos de navidad hasta el siguiente año y a mentalizarse para volver a la más cruda realidad (bueno y a las rebajas)

    Ahí está la ventana de mi cuarto, con los regalitos de los roscones de varios años (por cierto, que asquerosito está el patio de luces)



    Feliz sábado, sabadete... se me comporten



    Saturnino

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