OTRO ESTILO DE VIDA

    Hola amantes de este hermoso y caótico planeta. Espero que hoy se sientan renovados, llenos de amor y bien dispuestos para el trabajo. Mi ruta de esta semana es invitarlos a pensar en otra forma de vivir. En general, seguimos unos estilos de vida que surgen de la interacción social, y que persiguen como fin último el logro del máximo bienestar personal, dentro de un sistema político-económico particular. Esta meta es un poco abstracta; para muchos de nosotros no tiene un final establecido, firme, el horizonte es el límite. ¡Qué maravilloso es saber cómo queremos vivir realmente, reconocer qué nos hace felices, y en función de eso definir metas reales, alcanzables, satisfactorias!




    Como seres únicos de este universo, entre nosotros existen diferencias fundamentales, de sentimiento y pensamiento, que van encontrando su expresión en grupos en los que se aceptan ideas novedosas, cambios paradigmáticos, que, aunque factibles dentro del marco regulatorio y de la justicia imperante, no representan el ideal de vida para muchos. Este es el caso de las nuevas comunidades que están surgiendo en distintas partes del mundo, y dentro de las cuales mencionaré la de los Amish en Estados Unidos, y Sieben Linden en Alemania. Estas poblaciones han ido creciendo desde su fundación, en las cuales predomina la gente joven.


    Los Amish son una curiosa comunidad que ha determinado regirse por un conjunto de reglas éticas muy diferentes a las del resto de la sociedad donde se insertan. Yo particularmente la visité en el 2007, trayendo conmigo un buen recuerdo. El rasgo más prominente de esta población es el no uso de electricidad; todo el trabajo que realizan lo hacen en forma manual, por lo que su economía está basada en la producción y venta de artesanía, dentro de la cual se destacan los famosos Quilts, que consisten en unos extraordinarios edredones hechos con retazos de tela, verdaderas obras de arte, logradas tan sólo con aguja e hilo en manos de un grupo de mujeres. También se dedican a la agricultura, la ganadería y a la producción de vinos… muy buenos, por cierto. En su territorio, ubicado en el Distrito de Lancaster, Pensilvania, ofrecen paseos turísticos para que las personas conozcan de cerca sus costumbres, y tengan la oportunidad de apreciar sus destrezas y adquirir los productos que ellos elaboran. También tienen un pintoresco restaurante en el que ofrecen comida casera, elaborada con productos cultivados localmente, la cual es servida en una gran mesa que es compartida con otros visitantes, es una especie de all you can eat. Hay muchos productos que envasan y puedes llevar a tu casa, dentro de los cuales recomiendo la pasta de manzana. Sus atuendos son muy particulares, sencillos y uniformes; sólo cambian los colores y el diseño de las telas. Tanto hombres como mujeres llevan sombrero, pero el de las chicas es de tela. Los hombre casados están obligados a usar barba y los jóvenes solteros, en cambio, deben mostrar la cara rasurada (buen método para evitar confusiones). Se movilizan en caballos o en carruajes. Si quieren saber más, aquí les dejo esta wiki: http://en.wikipedia.org/wiki/Amish.



    Sieben Linden, es otro caso particular. De acuerdo con la revista The economist, en su edición de marzo de 2009, es llamada por sus 120 habitantes, Eco-villa. Fue fundada hace unos 10 años, y en apariencia es un pueblo como cualquier otro, pero sus habitantes han logrado establecer ciertos acuerdos que los diferencian. Sus edificaciones son construidas a base de madera, paja y barro. La madera es su principal combustible para cocinar y calentar la casa en el invierno, apoyada por algunos paneles solares para la generación de electricidad. La madera y los alimentos que consumen, en general, son producidos por ellos mismos, reduciendo el uso de empaques desechables, y con las sobras de comida elaboran compost para nutrir la tierra. También han logrado reducir el consumo de bienes durables, mucho de los artefactos eléctricos y hasta el carro, son de uso compartido, e ingeniaron un novedoso sistema para la utilización de herramientas (que a mí se me asemeja al video juego Animal Crossing), que consiste en publicar en una cartelera la necesidad de uso de una herramienta, para evaluar su disponibilidad y evitar la compra de una nueva. Lo que descarta una familia, lo usa otra que lo necesita. Finalmente, esta comunidad ha desarrollado fuertes lazos entre sus miembros, compartiendo los espacios naturales comunes que les sirven de esparcimiento y relax, y estimulando la realización de actividades que pueden ser aprovechadas por todos como la promoción de orquestas locales, natación, equitación, yoga, tai-chi, y patinaje sobre los lagos congelados en invierno, entre otras. http://de.wikipedia.org/wiki/%C3%96kodorf_Sieben_Linden.












    Encontrar un espacio común, que se corresponda con un estilo de vida propio, diferente, sin pretensiones de imponer esos parámetros a otros que no comparten dichos modos de vida, es también un estilo de vida; es crear ejemplos vivos de las nuevas alternativas que están surgiendo de la creatividad humana. Si ésta se construye en perfecta armonía con el sistema de leyes existentes en el entorno, se traduce en el amor y el respeto mutuo que nos debemos todos.



    Feliz día para todos,

    Martina.

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