CRÓNICAS LOCALES

    Siempre me han gustado, al tiempo que aborrecido, esos calificativos de pueblos y comarcas. Tal o cual lugar es "tierra leal, abierta y acogedora". Cuanta verdad y cuanta mentira encierran.

    Pues vamos a hacer un esfuerzo.
    Esta tierra mía de Salamanca, yo creo que es una mezcla sin mezclar, una emulsión "cortada" en la que los ingredientes uno junto a otro permanecen siempre separados.
    Salamanca culta y provinciana. La universidad y la ganadería. Lo último y lo arcaico. El sabio y el cacique.

    Hitos históricos y personajes marcaron estas tierras: la entrada de Anibal, la repoblación con Raimundo y Doña Urraca, La Universidad, la guerra de los Bandos y de los Comuneros, Don Juan, Fray Luis y Nebrija, Colón y su huevo, Francisco Vitoria y Cervantes, San Juan, la francesada y Arapiles, Unamuno, la capitania del dictador, Torrente Ballester...

    Sus maravillas han dejado en las piedras: las catedrales y la universidad, San Esteban y las Conchas, La Clerecía y la Plaza Mayor...

    ... pues en todo ese brillo y en la contradicción provinciana que señalaba al principio, ayer tuvo lugar el que parece gran acontecimiento del siglo y la mitad del anterior: abrieron El Corte Inglés.

    ¿Unos grandes almacenes más? Así debería, pero desde la vida en Salamanca, no lo ha sido.
    Yo llevo oyendo que venía el Corte Ingles (al modo de que "viene Mister Marsall") desde el cierre de los cine Taramona (que en paz descansen)... bastante más de 30 años.

    A la servidumbre de los grandes almacenes, a modo del amo (relación personal que tanto conocemos en las fincas y dehesas de estos lares) se han puesto Ayuntamiento, instituciones y prohombres del lugar:
    - Hay que acabar con miles de proyectos sobre los antiguos edificios del cuartel de caballería: se acaba.
    - Hay que modificar el uso urbanistico: se modifica.
    - Hay que renovar todo el tendido eléctrico de la zona: se modifica.
    - Hay que urbanizar toda la zona y alrededores: se urbaniza.
    - Hay que saltarse las leyes medioambientales y de control urbanístico: se saltan.
    - Hay que reorganizar todo el tráfico de la zona: se modifica.
    - Hay que acercar al centro de la ciudad los grandes almacenes situados en un populoso barrio: se cambia (así, con dos narices) el nombre de las calles.
    - Está feo que esté en el barrio de las Salesas: pues de echo desde hace años ya se le conoce como el del Corte Inglés.
    - Se quiere mano de obra: ahí están más de 16.000 candidatos entrevistados para las más de 600 plazas.

    Pues por fin ese día llegó: ayer abrieron las puertas.

    Y parece que no falló el público: más de 36.000 personas (Salamanca tiene 160.000).


    ¿Lo mejor del Corte Inglés? una página web de un abuelete (Cándido García), que vive frente a los almacenes, en el ático... y que lleva desde el principio haciendo un conocido blog sobre el día a día de las obras... y por cierto, ya querría este blog nuestro tener las visitas de el de "El mirón de la obra". (Echadle un vistazo, es bien curioso).



    Personalmente me perdí el gran primer día, no os lo puedo contar. Sí que fue mi hijo. Le pregunté qué tal, cómo es, cómo le fue, cuánta gente había, qué había visto... Pero tampoco os puedo contar nada. No es un hijo sordomudo, es que es un hijo adolescente.


    Feliz sábado, sabadete... se me comporten.
    Saturnino

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