E incluso es cierto que he tenido y tengo restos de ideología marxista. De lo cual no me alegro tanto. Lo que en su día me parecía algo positivo, tener una ideología, estar fuertemente ideologizado… con el paso del tiempo me ha ido pareciendo algo no tan maravilloso. Me explico. Estar ideologizado, es como mirar la realidad con una cámara que tiene en los objetivos esos filtros “engañosos”. Ver la realidad siempre con un marco de referencia. Ver una situación y de inmediato interpretarla bajo tres cuatro reglas que sirven para todo.
Por ejemplo en una foto como esta
Unos bajo su filtro ideológico verán… pobre de mi país que nos lo están invadiendo estos africanos que nos quitan el trabajo y nos llenan de delincuencia.
Otros, pobre gente, que busca una oportunidad en su vida y vienen con toda su ilusión de encontrar un mundo mejor.
Otros, ya está la fuerza represiva y de control del pueblo en defensa de las fronteras del capitalismo
Etc, etc, etc
Lo que nunca he sufrido, es el peso del partidismo: identificar mi análisis y mi ideología a los de una organización.
Y ahora, en estos tiempos de despiste, en los que como a tantos y tantos, nos la sudan los partidos, se nos caen las ideologías que al final fue cierto que se vinieron abajo con el muro de Berlín, y nuestra capacidad de análisis se nos está atrofiando… qué hacer para mirar al mundo y no caer en el más absurdo de los cinismos.
Bueno, no os creáis que estas tonterías de reflexiones me las ha provocado algo serio y sesudo… ha sido tan solo por culpa de un video del programa El Intermedio, del Gran Wyoming
Pasen y vean…. si ya no hay lucha, ni tampoco clases… ¿cómo se pueden interpretar estas entrevistas? ¿casualidades? ¿suerte? ¿mérito?
Feliz sábado, sabadete… se me comporten.
SATURNINO
PD: en los vídeos de la columna de la izquierda (y hasta que alguien los cambie) les presento a Yayo, un humorista argentino, algo salvaje, pero a mí me gusta.